miércoles, 25 de julio de 2012

El Partido Comunista de la Argentina saluda la asociación YPF-PDVSA

El Partido Comunista de la Argentina saluda los acuerdos entre la recientemente recuperada Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) de la Argentina y la empresa estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA).
Se trata de un mecanismo de cooperación e integración sudamericana que abre paso a la resolución, sin corporaciones transnacionales de por medio, de las necesidades energéticas de los proyectos de desarrollo autónomo que los pueblos logremos construir.
Ello es posible por el ejercicio activo y constante de soberanía, independencia y latinoamericanismo de la Revolución Bolivariana que encabeza el Presidente Hugo Chávez Frías y por la decisión política del gobierno argentino de Cristina Fernández de Kirchner de recuperar el control operativo de YPF para el Estado nacional.
Oportunamente hemos señalado que la continuidad lógica de esa recuperación es la asociación de la petrolera nacional con empresas afines estatales y de nuestra región, nunca con monopolios imperialistas, que son los que siempre expoliaron a nuestras patrias y hoy están detrás de las guerras, como las de Irak y Afganistán, y ahora amenazan a Siria e Irán, para apropiarse por la fuerza de recursos estratégicos que no les pertenecen.
La asociación de YPF y PDVSA está en el camino que debemos transitar hacia la total recuperación del control sobre nuestros recursos naturales, como el resto del petróleo aun en manos privadas y extranjeras, el gas, la minería y todo recurso o empresa, que deben estar al servicio público y no de las ganancias de las corporaciones.

Buenos Aires,25 de julio de 2012

viernes, 20 de julio de 2012

Declaración del Partido Comunista de la Argentina

Unidad, organización y Poder Popular
La profunda crisis capitalista, que con epicentro en Europa y los EEUU derrama inevitablemente sus efectos en todo el mundo, pone en primer plano la imposibilidad manifiesta del capitalismo para siquiera menguar sus efectos sobre la sociedad. Esta situación nos impone la necesidad de avanzar firmemente en nuestro país en la construcción de una alternativa poscapitalista, en el camino de una revolución socialista de liberación nacional.
 Queda claro el fracaso de las políticas de ajuste social implementadas en Europa, las cuales sólo han profundizado los efectos de la crisis y la inoperancia de los enormes salvatajes realizados a los bancos y entidades financieras, responsables directos de la crisis existente. Siguiendo las recetas habituales, los ajustes se enfocan sobre los sectores más débiles, se busca defender a toda costa que los ricos no paguen más, y se recarga la crisis sobre los más desprotegidos.
 Alarma el negativo protagonismo de Alemania como gendarme disciplinador de la economía Europea en línea con el papel que juega la llamada “troika”, integrada por representantes de la Unión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional en la supervisión de los planes de ajuste y en el rescate de la banca.
 Al caso de Grecia, que es un ejemplo claro de estas políticas, hoy se suma el desbarranque de la economía Española, en donde el gobierno conservador del PP sólo atina a implementar disciplinadamente los salvajes ajustes dictados por las autoridades europeas, reprimiendo a quienes se oponen a los mismos y poniendo a su país al borde de una catástrofe social.
 Resultan también indisimulables los efectos de la crisis en los EEUU con fuertes consecuencias sociales y una alta desocupación que complica el panorama en medio de la campaña electoral, lo que intensifica la tendencia del imperio a aumentar su agresividad proporcionalmente al agravamiento de su crisis como se verifica de manera sumamente preocupante en la nueva ola intervencionismo y agresión contra Siria e Irán, que pone a la región al borde de una guerra de resultados catastróficos.
Esto mismo se refleja en nuestro continente. Partiendo de la valoración de los procesos de segunda independencia que buscan llevar adelante varios países de la región, debemos llamar la atención sobre las medidas que estaban tomando los EEUU para recomponer su desgastada hegemonía en nuestro continente.
 En este sentido vemos como la administración Obama lleva adelante un manual de instrucciones desestabilizadoras que se suma al manto de agresión y amenaza militar en la región (IV Flota, Bases, continuidad del Plan Colombia) y el impulso de maniobras políticas como el fomento a las derechas opositoras, el hostigamiento a los gobiernos populares, golpes de Estado consumados como en Honduras y Paraguay, o fracasados como en Venezuela, Ecuador y Bolivia. Un dato clave en este esquema del imperialismo es su fuerte apuesta por consolidar la posición de los países del llamado Arco del Pacifico como mecanismo de contención a los procesos emancipadores.
 Resulta indispensable sostener los procesos de transformación que se vienen dando en nuestra región frente a los avances de las derechas y el imperio, y en este sentido debemos realizar todos nuestros esfuerzos para contribuir a garantizar el triunfo del presidente Chávez en las elecciones del próximo 7 de octubre, donde se juega en gran medida la suerte de los proyectos integracionistas y emancipadores de nuestra América.
 Por eso los comunistas nos comprometemos a continuar y acentuar la lucha por conseguir la unidad del campo popular, por la constitución del Frente de Liberación Nacional y Social que proponemos.
 Debemos reforzar el camino que tuvo un mojón fundamental en el Encuentro de Mar del Plata de fines del 2011, en donde nos reunimos para celebrar el aniversario del entierro del ALCA (en donde Kirchner jugó un gran papel en acuerdo con Chávez y Fidel y los demás presidentes progresistas de la región), y decidimos constituir un foro antiimperialista permanente entre las distintas fuerzas allí presentes. Foro que debe trabajar en nuestro país la línea que están siguiendo el ALBA, el MERCOSUR, la UNASUR y la CELAC como articuladores fundamentales de los procesos de integración regional que buscan fortalecer la autonomía política y económica de la región.
 Nos alienta también la constitución del Frente Nacional por la Soberanía Energética, FRENASE. Este espacio está en proceso de conformación en todo el país para enfrentar uno de los desafíos más importantes que tenemos como lo es la recuperación de la Soberanía Energética para lo cual se ha dado un primer paso muy importante con la recuperación de las acciones de YPF en manos de REPSOL.
Y en este camino nos alientan especialmente las presencias y el contenido que tuvo el acto realizado en Vélez Sarsfield. Sabemos que puede haber varias interpretaciones de ese acto, pero nosotros valoramos el llamado a la unidad y a la organización hecho por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner como una convocatoria a la construcción de un gran frente. Es desde esta perspectiva con la que realizamos nuestra caracterización del gobierno, de las fuerzas que lo componen y valoramos la actitud que en ese acto tuvieron los compañeros del Movimiento Evita, La Campora, la Kolina, el Frente Transversal, la CTA de los trabajadores y los diversos sectores kirchneristas que estuvieron allí presentes al igual que la importante presencia del Frente Nuevo Encuentro, espacio que integramos, que valoramos y que sabemos que es importante pero no suficiente, que debe ampliarse aún más.
Esta unidad amplia políticamente y profunda en lo programático, es la que debemos fortalecer para enfrentar las avanzadas del imperio, que intentó recientemente instalar en nuestro país una base de operaciones en la provincia del Chaco, la cual fue oportunamente rechazada por la movilización popular y el gobierno. Pero el imperio, que no cesa en presionar ante los avances alcanzados en la región, ha logrado que a través de la presión del GAFI se apruebe en nuestro país la llamada Ley Antiterrorista. Nos hemos opuesto a esta ley desde su implementación en 2007 y hoy, ante esta nueva versión de la misma, nos seguimos movilizando y hemos presentado nuevamente un proyecto de ley exigiendo su inmediata derogación.
Con este enfoque y desde nuestra cultura política, los comunistas llamamos unir fuerzas, a trabajar y a darle consistencia a la unidad de los sectores populares en un amplio Frente de carácter antiimperialista. El mismo debe contener y reconocer a las distintas identidades políticas en que se agrupan las corrientes ideológicas en la Argentina: el marxismo socialista, comunista; el nacionalismo popular revolucionario y el cristianismo revolucionario.
 Esta unidad es inseparable del debate y de la disputa.
Tenemos un debate con los sectores de izquierda que sobre la base de sostener que aquí hay una lucha interburguesa atacan al gobierno argentino y a otros gobiernos progresistas latinoamericanos para terminar, como ocurrió con la 125 en el Monumento de los Españoles, con los sectores más reaccionarios del país.
 Tenemos un debate también con los sectores socialdemócratas y socialcristianos agrupados en el FAP que, luego de haber coqueteado con la oligarquía por la 125, hoy, en concordancia con la debacle en que ha caído la socialdemocracia en el mundo luego de haber asumido la administración de los modelos neoliberales y los dictados del FMI desmantelando los Estados de Bienestar, han quedado encerrados en la lógica burguesa de reducir la política a un posicionamiento electoralista entre oficialismo y oposición.
 La constitución del Frente que proponemos nos otorgaría indiscutiblemente más fuerza para enfrentar a la derecha, para defender lo logrado y sobre todo para avanzar decididamente sobre lo que falta, ya que solo avanzando, y avanzando firme y audazmente podremos evitar retroceder.
 La necesidad de avanzar en la profundización de las transformaciones se hace evidente en el contexto de la crisis capitalista mundial y, como no podía ser de otra forma, esto comienza a generar fuertes disputas también al interior del gobierno. Se hacen cada vez más evidentes las diferencias entre los tradicionales “pejotistas” y los “kirchneristas”. Esto se manifiesta en la superficie en el conflicto desatado con Daniel Scioli, autoproclamado candidato presidencial al 2015 y favorito de los monopolios mediáticos y en el enfrentamiento con Hugo Moyano, que al igual que los llamados “gordos” de la CGT que hoy negocian con el gobierno, representan un modelo sindical burocrático y empresarial agotado que es necesario superar en esta etapa, lo que sólo será posible a partir de la construcción de un poderoso frente popular y de los trabajadores con autonomía política que impulse y sostenga las impostergables transformaciones estructurales que necesitamos.
Una de las leyes fundamentales para defender los procesos latinoamericanos, entre ellos el argentino, es el de avanzar y profundizar las transformaciones.
 Hasta ahora, los procesos latinoamericanos han realizado la importante tarea de limar los perfiles más duros del neoliberalismo y esto ha sido muy importante, pero en esta nueva etapa se trata de avanzar no sólo con importantes medidas anticíclicas, sino también con medidas anti-sistema impulsando cambios estructurales, lo cual nos enfrentara a obstáculos y resistencias cada vez más duros ya que avanzar en este sentido es atacar la estructura misma del capitalismo.
 Por eso necesitamos cada vez más fuerza, más unidad y más organización para alcanzar una unidad programática que, a nuestro entender, debe contener estos ejes centrales:

-Más integración de los pueblos latinoamericanos en el plano económico-político.
 -Efectiva distribución de la riqueza y reforma impositiva.
 -Plena recuperación de la soberanía del Estado sobre el patrimonio nacional enajenado y nuestros recursos naturales.
 -Avanzar en la transformación del sistema financiero.
 -Impulsar el Desarrollo rural y la Reforma Agraria
 -Fortalecer la promoción de la economía social
-Profundizar la ampliación democrática
Lo que ha fracasado en la Argentina es el capitalismo, y no hay ningún tipo de capitalismo, serio o como se lo quiera llamar que nos pueda sacar de esta crisis.
 Por eso planteamos avanzar en el debate sobre una sociedad poscapitalista, socialista en el sentido que lo planteaba Mariátegui, original, nunca copia, un socialismo como creación heroica de los pueblos latinoamericanos.
 Este es el camino por el cual podremos avanzar hacia la solución de los problemas de nuestro pueblo.
 Esto tiene como requisito insustituible la unidad y una unidad articulada, organizada, construida por abajo ya que tiene que ser una unidad en función de un nuevo tipo de poder, de poder popular.
La desunión no sólo nos amenaza con el estancamiento, sino que lo hace con algo peor que es la vuelta al pasado. Solo la unidad puede llevarnos al futuro, como decía el Che: Si supiéramos unirnos, que bello seria el futuro y que cercano.

Julio de 2012

lunes, 16 de julio de 2012

Fidel Castro Guerrillero del Tiempo

Compartimos la presentación a la edición argentina de Fidel Castro Guerrillero del Tiempo.

El pensamiento y el espíritu del guerrillero del tiempo
Patricio Echegaray*
La obra que el lector tiene en sus manos constituye un hito fundamental en la historia del pensamiento revolucionario. Las conversaciones que su autora, Katiuska Blanco, sostuvo con el Comandante Fidel Castro Ruz son el origen de Fidel Castro Ruz, Guerrillero del Tiempo, biografía del líder cubano que abarca desde la infancia de Fidel en la casa de Birán hasta diciembre de 1958, momentos previos al triunfo de la revolución. Tenemos el honor de presentar por medio de Cartago Ediciones la edición argentina de sus dos primeros tomos.
A lo largo de estas páginas, en un relato en el cual hace gala de una memoria envidiable, Fidel Castro vuelve la mirada sobre acontecimientos lejanos en el tiempo, que sirven para descubrir en su lectura los cimientos sobre los cuales se irguió la figura de uno de los líderes revolucionarios más importantes de la historia.
En la detallada descripción de estos años, nos encontramos ante la fuerza del pensamiento y del espíritu del hombre que, asaltando el cuartel Moncada, abrió los procesos de segunda independencia americana al punto de que supo transformarse de acusado en acusador y plasmó, en La historia me absolverá, el programa actual para la liberación de nuestros pueblos.
Consecuente con esta línea acción, Fidel fue uno de los principales impulsores de los sucesos de Mar del Plata, donde en el año 2005 se logró impedir la maniobra del imperio que buscaba imponer el ALCA, abriendo un proceso de aceleración en la integración de los pueblos de Latinoamérica y el Caribe. 
A medida que avanzamos en la lectura verificamos que nada de esto fue obra de la casualidad, que estamos frente al estadista y revolucionario que logró volver inseparables en su país los conceptos de patria y socialismo, frente a quien mejor ha comprendido la esencia del monstruo imperialista y lo enfrentó, saliendo airoso de los ataques de las últimas quince administraciones de los EE.UU, a las que confrontó al frente del heroico pueblo cubano en todos los terrenos, derrotándolo en Playa Girón, soportando el bloqueo  y resistiendo hasta el día de hoy.
Es quien con sus reflexiones continúa iluminando los procesos de liberación y emancipación que han tomado un nuevo aire en la región, poniendo en práctica su concepción de que la solidaridad internacionalista es un principio inalienable y, desde esa convicción, continúa expresando su afecto por la Argentina y manteniéndose firme en su solidaridad con nuestros reclamos por Malvinas.
Fidel es el hombre que nos alertó y nos ayudó a luchar contra la deuda externa, entendiéndola como un arma más del arsenal de los poderosos contra nuestros pueblos. Quien supo ver en profundidad la crisis que enfrentaba el capitalismo, y no dudó en caracterizarla como la crisis civilizatoria de una sociedad basada en la explotación del hombre por el hombre.
Consciente de esto, es quien nos ha convocado a librar la batalla de ideas y quien dando ejemplo de consecuencia con los intereses de su propio pueblo nos impulsa a ser fieles en la lucha por la liberación nacional y social.
Como precursor e impulsor de estos procesos, al mismo tiempo que celebra los avances de nuestra región en sus intentos por romper con el Consenso de Washington y dejar atrás el lastre neoliberal, nos dice que todo proceso de liberación nacional enfrenta los límites del sistema capitalista y necesita debatir sobre la necesidad de una perspectiva poscapitalista, el comunismo.
Sin embargo, nos animamos a decir que nunca fue tan grande y digno de admiración como cuando ante la derrota del llamado socialismo real, se puso al frente de quienes en cualquier lugar del mundo alzamos nuestra voz y enfrentamos la contrarrevolución conservadora y sus soberbias pretensiones de declarar el “fin de la historia” y celebrar los funerales del marxismo y las revoluciones.  
Fidel nos advirtió tempranamente de que tras la agresividad y la soberbia imperial asomaba la crisis del sistema capitalista, y que éste no tiene respuesta estratégica para los problemas energéticos, económicos, ecológicos y financieros que amenazan la salud del planeta y ponen en peligro a la propia humanidad.
Es el hombre que nos enseñó que la dignidad de nuestros pueblos y el ejemplo de líderes como José Martí, Ernesto Che Guevara y los héroes de la primera independencia son un arma esencial en los procesos de liberación nacional y social.
Hoy aseguramos que su ejemplo y su dignidad representan un luminoso faro con el cual nos guiamos en el camino de la revolución y la liberación de nuestros pueblos.
Finalmente, queremos agradecer a todos quienes han hecho posible la publicación de esta obra y dejar constancia de que nos sentimos emocionados y conmovidos por la distinción que el Comandante Fidel Castro Ruz ha tenido al confiarnos la publicación de su edición argentina.
* Secretario General del Partido Comunista de la Argentina.
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